CMC, es un compuesto orgánico derivado de la celulosa, soluble en agua. Su principal uso es como agente espesante, estabilizante y/o agente de suspensión.
Es utilizado en aplicaciones como bebidas lácteas, bollería, embutidos, panificación, productos para hornear, entre otros. También se utiliza en alimentos
que contienen la etiqueta de “sin gluten” o de “enriquecido con fibra”.